Una primera aproximacion...

Al abrir la página web Facebook.com, encontramos una pantalla con un gráfico que nos invita a observar un mapa del territorio mundial prácticamente aplanado, que acaso allana el camino para que diversos segmentos verdes unan diversas figurillas que se encuentran desparramadas por toda la superficie terrestre (a excepción de Groenlandia, un gran trecho de Rusia y parte de la costa este de África), y que suponemos, las figurillas, constituyen los hombros, cuellos y cabezas de hombres y mujeres –sugerencia que se nos presenta a través de dos cortes de cabello: cortito para los muchachos y en forma de taza para ellas. Sobre el gráfico se extiende la siguiente frase: “Facebook te ayuda a comunicarte y compartir con las personas que conoces”. Podríamos pensar que el enunciado destaca el propósito del sitio virtual: comunicar y compartir, tal parece ser –aunque más no sea a modo de slogan o plena síntesis- la función de Facebook. “Comunicar y compartir con las personas que conoces” dice la frase, con lo que se prevé que su uso habrá de ser grupal, o al menos dialógico, quedando por ahora en suspenso qué es eso de comunicar y compartir: por lo pronto se trata de algo que cabe en largos trechos de fibra óptica, en la mismidad de una pantalla, esté usted en Mongolia o París, pero no en Groenlandia. Mirando hacia el ángulo inferior izquierdo de la pantalla registraremos que Facebook es una compañía, que ofrece páginas en muchos idiomas entre los que hemos elegido el español (habrá que remarcar que existen dos versiones de español: la que pertenece a España y la que llevando el mismo rótulo “Español”, corresponde al resto de las comunidades de habla hispana, que en esta operación quedan subsumidas a una única versión idiomática, que las homogeiniza al menos en planteo estricto de lo que concierne a la lengua conceptualizada por Saussurre, diferenciando un nuevo cuerpo surgido de la operación lógica “x tal que x es todo lo que es español y no es español de España”. Luego veremos si las páginas de distintos países o culturas verbales, son idénticas o varían). La mitad de la pantalla hacia la derecha nos ofrece dos posibilidades de utilidad: logearnos o registrarnos, según sea la condición del navegante. En la parte de “registro”, y en letra de mayor tamaño, se lee la aclaración: “Es gratis y cualquiera puede unirse”, enunciado que señala la relación económica del navegante para con Facebook y deja asentados lo que en los bares de Bs As se llama “derecho de admisión”: aquí cualquiera puede unirse. Luego presenta los datos a rellenar en caso de registro, y abajo lanza una pregunta retórica: “Por qué debo proporcionar esta información”, enlace redactado en primera persona del singular que nos lleva a otra pantalla, que al abrirse al centro de la pantalla autocompleta un cuadro de dialogo, presentando la respuesta: Facebook necesita saber la fecha de nacimiento “tanto por razones de seguridad como para mantener la integridad del sitio”, y por debajo leemos que si se quiere representar a un “grupo de música, una empresa o un producto” primero hay que crear una “página Facebook”. Suponemos que el “comunicarte y compartir” empieza ya a esbozar el rudimento de una aclaración, se trata de un modo del representar, en el que habrá productos y empresas, y acaso grupos musicales que ajusten a esta línea, también muchos cualquieras: una primera pregunta surge, ¿existirá el comercio en Facebook?¿Cuales serán sus modalidades?... Debajo de la planilla de registro virtual existe otro enlace que agrega las categorías de registro de una “celebridad”, “empresa” o “grupo de música”; hasta aquí existen 4 formas de nominar al sujeto que se registra en Facebook, para aquellos que no somos celebridades, empresas o grupos de música, nos queda el rótulo de cualquiera, pero antes de rellenar los espacios en blanco que darán nombre a ese cualquiera en el registro, y lo sancionaran como usuario –concepto que luego desarrollaremos- anotaremos algunas consideraciones acerca de los hipertextos que se asoman en la parte inferior de la pantalla. El primero de ellos lo saltearemos ya que no podemos iniciar sesión al no estar registrados, aplicando un clik sobre el segundo, “acerca de”; todo parece indicar que se trata de una nueva pantalla que nos informa acerca de lo que es Facebook: “Giving people the power to share and make the world more open and connected”, para nuestra sorpresa está todo en inglés, con lo que se redobla el conjuro que enuncia la frase que el editor quiso resaltar: darle el poder a la gente para hacer un mundo más abierto y conectado, y “comunicarte y compartir” cobra otro matiz, acaso una salvedad, tendrá usted que saber inglés –al menos para saber “acerca de” Facebook, quizá un paso esencial para los prudentes que estén a punto de entrar a formar parte de una red social- y así queda establecida otra distinción, es decir, una significación: los que no hablen inglés –como por ejemplo muchos de aquel cuerpo que somos quienes hablamos español pero no de España- quedarán fuera de esta sección “acerca de” –y la palabra acerca enunciaba para los griegos nada más y nada menos que el tema, el fundamento de un logos, podríamos decir, en este caso de un “log in”- y una primera sorpresa nos asalta, pues “cualquiera puede unirse” decae un céntimo en su estatuto, en su fiabilidad: es condición de posibilidad para “cualquiera” saber ingles –al menos en lo relativo a esta porción de información- ya que todas las plantillas y entradas en pantalla están escritas in inglish; pero al asomar la mirada hacia lo alto, en el encabezado, la identidad de los sujetos que no hablan ingles pero si hablan español pero no de España, recobra bríos de esperanza y gratitud, el encabezado ha sido editado en español y reza: “Facebook está en Facebook. Regístrate en Facebook para comunicarte con Facebook.”, un tipo de enunciado que nos remite a aquella definición que Lacan diera del discurso del amo: “El discurso del Amo reposa sobre lo que he llamado Si, S Índice 1. Dicho de otro modo: el mandamiento, el imperativo. El discurso del Amo es eso. Y por un lapso de tiempo. Simplemente porque el Significante existe. Porque S 1, es decir, el Significante 1, no es otra cosa que el hecho de que de Significante hay montones, pero que son todos unocualquiera. Y sobre esto reposa la existencia del Uno: que hay Significante, y que cada uno no es único, sino que está bien solo, lo que no es completamente lo mismo.” La relación de identidad supone una construcción en constante arribo y devenir, ”en lo hondo no hay raíces, hay lo arrancado” dijo el poeta Hugo Mujica, y si bien la identidad produce y se produce en fragmentos, la identidad, como lo sostuvo el lic.Neri en su clase del 7 de Abril del 2009, está estrictamente emparentada con el lenguaje; este tipo de utilización del lenguaje, en los que ya hemos encontrado zonas donde el sujeto es significado como “español pero no de España”, siendo unas veces la singularidad del habla de una comunidad suprimida, y otras, la directa aniquilación de la posibilidad de habla (en tanto una persona que no sepa ingles quedará totalmente escindido ante la afirmación españolizada de que Facebook está en Facebook y encontrar una pantalla en ingles –incluso podría pensarse que siendo una página de origen y capitales anglosajones la consigna antedicha no miente-)imposibilidad del habla en que la identidad no halla cause, y que sin embargo transita, pues se ve confinada a hacerlo, el solo acto de percibir supone en el sujeto humano el establecimiento de identidades resultantes de diferencias –es decir de significaciones-, según la fenomenología, con lo que ante este tipo de operación discursiva, acompañada de su correcta iconografía –esbozada en elementos multimedia- del american way life, un sujeto empieza a cifrarse, a tomar cuerpo y por momentos quedar fuera del habla, enmudecido, significado únicamente por imágenes, y como sostuvo Lacan, es característica de la imagen el que “siempre se anticipa”. Al retornar a la primer pantalla iniciamos el tercer hipertexto, intitulado “publicidad”; otra pantalla de diseño similar a “acerca de” aparece frente a nosotros, pero para nuestro contento, reconocemos la conformación del español en sus enunciados, podemos volver al habla. Inmediatamente llama nuestra atención el siguiente encabezado: “Publicidad de Facebook. Llega al público que quieres y conéctalo con tu empresa”. Un elemento implícito hasta aquí cobra de lleno su estatuto, se torna explícito: Facebook se propone como dominante de cierta publicidad; la relación de pertenencia indicada por la partícula “de” atosiga una primer paradoja, pues apelando a una definición esencial de publicidad, encontramos que es la Calidad o estado de público, conjunto de medios empleados para divulgar o extender la noticia de las cosas o de los hechos. “Llega al público que quieres y conéctalo con tu empresa” completa la consigna que ahora designa a quienes antes eran nombrados como cualquiera o celebridad, como “público”; ahora bien, cabe preguntarse qué es ser público. Siendo que el público es definido por el Diccionario como “auditorio, espectadores, oyentes, asistentes, concurrencia. Aluden a los que acuden a un espectáculo, una función, un acto, etcétera. 2 gente*, gentío, masa” resulta interesante elucidar hasta aquí que Facebook propone un modo de relación complejo, pues ofrece comunicarse y compartir, abrir y conectar a cualquiera, un espacio público, y a la vez se apropia de ese público resultante y lo ofrece a empresas como potenciales clientes. Se agrega otra franja de significación, otra diferenciación que el término “conectar” posee en Facebook: unos objetivos empresariales tiñen el vocablo, subjetividades emplazadas en sociedades líquidas, definidas como de consumo, pues estar conectado en Facebook supone ahora la producción de un plusvalor, y en la plusvalía de la significación humana, determina a cualquiera como cliente potencial, manteniéndolo en el anonimato y ocultando al sujeto –y a través de una trama de pantallas- su calidad de tal: lo constituye de esta forma. El servicio que Facebook propone en este punto deja de ser gratis, pues ahora registrarse supone un mínimo de 1 dólar norteamericano diario, para aquellos que quieran hacer uso de lo público Facebookiano en relación a sus empresas, llegándose incluso a proclamar la posibilidad de ayudar a “desarrollar la solución publicitaria ideal en Facebook” como se indica al pie de la pantalla, arrojando sobre sí mismo –Facebook que está en Facebook, la mismidad de la pantalla- un saber que tornaría “ideales” las relaciones entre las partes en cuestión: ¡Y cuanto alivio para el alma humana significaría este sentido, este saber que Facebook sabe!. Empieza a esgrimirse una posición de lo Uno en Facebook, autorreferencial, al constituir un público y unos modos de ordenar lo público, con fines privados, determinaciones que en el discurso inauguraran sujetos y saberes, prácticas, que regularan los modos de intercambio de esta “red social”. Las tres plantillas que el diseñador ha querido resaltar indican las facilidades que el dispositivo implementado por el departamento de ventas de Facebook representa para cualquier empresa o producto. Encontramos en este tramo la aplicación de tecnologías computacionales de rastreo y monitoreo puestas al servicio del cliente –pues tal es el estatuto que define la relación para con Facebook- que de pronto se han tornado sofisticadas formas de paneo (el grado de mediatización y refinamiento de aquel panóptico pensado por Foucault parece inverosímil) convirtiendo la circulación de información a través de la red en dinero –al menos potencial-; Esta forma de representar al sujeto se ajusta a la perfección con los trajines de la época: la maximización de la plusvalía, el abaratamiento de costos. En una de las plantillas leemos que el futuro anunciante tendrá los beneficios de obtener datos en tiempo real acerca del éxito de sus productos, que incluso podrá definir mejor su búsqueda de un público afín a sus intereses a partir del procesamiento de la información que Facebook realiza a través de filtros demográficos y psicográficos de su publicidad; aquí existe la mención a un sujeto psicográfico,

2 comentarios:

  1. No coincido en nada con esta forma de pensar el fenomeno Facebook por varias cuestiones:
    La primera es que en paginas como Facebook uno no esta obligado a poner todos sus datos y mucho menos se exigen que esos datos sean verdaderos, uno puede poner lo que quiera en su perfil, yo por ejemplo no tengo casi ningun dato en mi perfil, seguramente puede contraargumentarse con una critica paradojal, en el sentido de que si uno puede mentir en su perfil Facebook es criticable porque el encuentro que se propone desde Facebook seria ficticio, irreal, imposible y hasta una trampa, pero si Facebook tuviera una forma de obligar a los usuarios a dar los datos verdaderos, tambien seria criticable porque pondria a la red en un opresivo lugar de control, si en for te dan la posibilidad de agregar genero atu perfil, se podria criticar tambien en forma paradojica, si te deja elegir solo entre hombre y mujer habria quejas porque se trataria de una especie de imposicion ideologica y sexista que no admite sexualidades que no se ajusten a esos parametros y si la red deja la definicion de genero a criterio del usuario se podria pensar que la idea de verdad esta en crisis y que se ha vuelto liquido como bien podria sostener Bauman, el problema de la critica paradojal que se plantea aqui es que no hay salida posible para la red Facebook, como puede hacer Facebook que el usuario construya un perfil que no se preste a la liviandad y al mismo tiempo no sea una imposicion? Se trata de un dilema sin salida y no deriva de la naturaleza del fenomeno sino mas bien en la forma de abordarlo. La otra gran cuestion sobre facebook es la privacidad y el uso que delincuentes, enmpresas y otros puedan hacer de esos datos sin el consentimiento de la persona en cuestion, eso es una critica valida, la red no puede hacer uso discrecional de esos datos y venderlos sin el consentimiento de las personas involucradas, no obstante no es del todo cierto que en Facebook esto de que cualquiera puede ver tus datos, en terminos aristotelicos esa seria la potencia de Facebook pero en acto, el usuario decide en ultima instancia a quien admite como amigo y a quien no, si tenemos en cuenta que solo alguien considerado amigo puede tener acceso al perfil de un usuario, es decir que los usuarios no solo se construyen a si mismos sino tambien definen al destinatario de esa informacion. El unico peligro seria aceptar como amigo a alguien que resulta desconocido, en este caso una pregunta interesante seria averiguar que criterios utilizan las personas para aceptar a alguien como amigo, yo por ejemplo solo acepto como contacto a gente a la que haya conocido previamente.

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